Cómo elegir los insecticidas biológicos

Los insecticidas biológicos suelen ser la opción más habitual de todos aquellos que se decantan por la jardinería natural o por los huertos biológicos. En los trabajos de jardinería en Pozuelo de Alarcón que hacemos en Green-Deal, este tipo de insecticidas también suelen ser nuestra primera elección. Cuidar del entorno y proteger la fauna local, especialmente las abejas, es una prioridad.

Entre las ventajas que presentan este tipo de insecticidas naturales están el no ser tóxicos para los humanos y los animales de compañía. Además, permiten que las frutas y productos de la huerta tengan mejor sabor. Sin embargo, no debemos olvidar nunca que biológico y natural no significan absolutamente inocuo para el medio ambiente.

En el post de hoy os contamos cómo elegir y usar los insecticidas biológicos para vuestras huertas o jardines.

 

Decidir cuándo usar los insecticidas biológicos

El respeto al ecosistema, basado en el propio equilibrio del medio, debería ser una de las pautas a la hora de diseñar cualquier jardín o crear una huerta ecológica. La teoría cuenta que un jardín equilibrado y bien gestionado se regula y defiende a sí mismo. Es decir, que jugando con el correcto abonado y combinaciones de plantas adaptadas a las condiciones de la zona, no necesitaríamos utilizar insecticidas. En la práctica, este nivel de equilibrio no es fácil de lograr, por lo que en ocasiones precisaremos acudir a los insecticidas biológicos para controlar las posibles plagas.

A la hora de utilizar los insecticidas biológicos, es importante actuar en cuanto se detecten los primeros síntomas de ataque. Sin embargo, tampoco debemos ser alarmistas, localizar un par de insectos en nuestras plantas puede ser normal. Una plaga es un desequilibrio que afectará gravemente a la salud de nuestras plantas.

 

Elegir insecticidas biológicos

 

Tipos de insecticidas biológicos

Quizás la primera división que podamos hacer de los insecticidas biológicos es la que los diferencia los caseros de los de origen comercial. Entre los primeros quizás el más popular sea el purín de ortiga, pero también se hacen de cola de caballo, própolis y otras plantas. Son los propios jardineros o agricultores los encargados de la recolección de las plantas y de su elaboración.

Los insecticidas biológicos comerciales tienen la ventaja de que ya vienen preparados y además, muchas veces, son más efectivos al estar enfocados a objetivos concretos. Veamos algunos:

  • Rotenona: Su principio activo se deriva de plantas tropicales, como la raíz de la Derris elliptica. Es un insecticida de choque que actúa por contacto paralizando el sistema nervioso de los insectos desde pulgones a orugas. Aunque no es peligroso para el hombre y los animales de compañía, sí contamina el agua y es dañino con insectos como las abejas y también con los anfibios y animales de sangre fría.
  • Piretrinas: Los insecticidas biológicos basados en las piretrinas se elaboran a base de flores de las especies de los crisantemos porque son capaces de elaborar por sí mismas sustancias para protegerse de los insectos. Al igual que el anterior, es un producto de choque útil contra el pulgón, el trip o la mosca blanca. Pero también daña a otros insectos como mariquitas o abejas y a los animales de sangre fría
  • BT: Se trata de bacterias (Bacilus Thuringiensis) tóxicas para algunos insectos como las larvas de los lepidópteros, pero inofensivas para el resto de insectos y animales.

El azadirachtin derivado del árbol de Neem, el eugenol del clavo aromático o la nicotina son otros de los productos utilizados habitualmente como insecticidas biológicos.

 

Otros consejos

En cualquier caso, es importante ir alternando los productos para prevenir los fenómenos de resistencia. Debemos aplicarlos o por la mañana temprano o por la noche, dado que su acción es localizada para proteger a las abejas. Además, debemos de tener en cuenta que su tiempo de remanencia es bajo así que tendremos que pulverizar con frecuencia.

Como paisajistas de Alcobendas podemos deciros que en el fondo la única desventaja que pueden tener los insecticidas biológicos con respecto a los de síntesis es que son algo más caros. Pero a la larga el respeto al medio ambiente, bien merece pagar un poco más.

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