Esta semana quería hablar del Aloe vera una planta muy conocida y fácil de cultivar ya que se adapta bien a cualquier climatología, de hecho hay más de 200 especies. La única pega es que no soporta las temperaturas menores de 0º y el exceso de agua. Se desarrolla perfectamente entre 18º y 25º y si es en interior prefiere zonas luminosas.
Es originaria del sur y este del continente Africano, aunque su cultivo se ha extendido por todas las zonas cálidas, sobretodo en laderas con orientación sur y rocosas. Actualmente los principales productores a nivel mundial son Estados Unidos, México, Japón y los paises Caribeños.
Historicamente su uso se remonta al antiguo Egipto, en el cual ya se utilizaba el áloe para el cuidado de la piel de las mujeres y en diversos escritos aparece que era el secreto de belleza de Cleopatra y demás mujeres de la época. En Europa era bien conocido por griegos y romanos para curar heridas ya que su savia es cicatrizante, posteriormente los árabes extendieron su uso en sus zonas de influencia. Desde hace siglos se usa para tratar quemaduras, inflamaciones y llagas, la hoja entera es purgante.
Descripción
El Aloe Vera es una planta perenne perteneciente a la familia de las liliáceas. Normalmente alcanza entre 2 y 3 metros de altura pero este tamaño se adapta al contenedor en la que cultivemos el Aloe.
Las especies del género de los áloes tienen hojas muy grandes y carnosas, dispuestas en grandes rosetones con espinas marginales más pequeñas que varían en dureza de una especie a otra.
Las flores son tubulosas, estas flores suelen tener color rojizo, anaranjado o amarillento. Los estambres son también seis, con largos filamentos que arrancan del fondo de la flor, debajo del pistilo. Entre las diversas especies de Aloe vera podemos encontrar este ejemplar de Aloe polyphylla que mostramos en la foto inferior.
Su uso culinario no está tan extendido pero se puede incorporar como alimento ya es un magnífico espesante que da melosidad a los guisos y que también funciona en cremas frías como el gazpacho. Se puede usar como gelificante, estabilizante y emulgente para diversos platos. El zumo diluido al final de la cocción en proporción de 1 a 10 partes actúa mejorando la digestión. Podéis encontrar más información en los links adjuntos al final del artículo.
Una vez eliminada la parte amarga (aloina) el sabor y el olor del gel es prácticamente imperceptible, no modifica los sabores de los ingredientes principales y por lo tanto se puede añadir a cualquier plato. Tiene un sabor tenue, con toques ligeramente herbáceos.
Contiene vitaminas A, del grupo B, C, mucílagos, minerales, taninos, aceites, ácidos grasos (oleico y linoleico), aminoácidos entre sus compuestos más destacados además de hidratos de carbono y azúcares.
El gel que contienen las hojas es antibacteriano y actúa especialmente sobre el estafilococo dorado y sobre varias especies de estreptococos. Aplicando el gel de Aloe vera localmente acelera la regeneración de las células de la piel ya que elimina hongos y bacterias. Además posee acción antiinflamatoria y ayuda en la protección reforzando el sistema inmunitario. Es capaz de evitar y favorecer la desaparición de las ampollas y su efecto cicatrizante es muy efectivo para ayudar a difuminar cicatrices y otras marcas en la piel como, por ejemplo, estrías. Es importante la hidratación de la piel con aceite o crema después que el aloe haya penetrado en la ella.
Tiene acción digestiva y efecto depurativo además de favorecer la regeneración de tejidos internos a bajo nivel tiene efecto analgésico.
También se puede usar sobre varices y venas varicosas, irritaciones cutáneas como picaduras de insectos, medusas o incuso ortigas.
En muchos casos alivia los dolores y molestias de diversas enfermedades como colitis ulcerosa, colon irritable e incluso enfermedad de Crohn.
Como ya hemos comentado es un excelente digestivo por lo que se puede utilizar para tratar trastornos del aparato digestivo como ardor de estómago o facilitar digestiones pesadas. Chupando un trozo de pulpa de Aloe vera, podemos remediar las encías sangrantes y bajar la hinchazón. Puede aliviar el dolor de muelas y rebajar los flemones.
En casos de quemaduras leves por sol, aceite caliente, etc. podemos aplicar el gel del aloe directamente varias veces al día, reduciendo la inflamación, el dolor y aliviando con su frescura la zona irritada.
Como dato interesante para los amantes de los animales el aloe vera es muy beneficiosa para la piel de perros, gatos o caballos, por lo que podremos usarla para mejorar el estado de su piel, aliviar el picor, ayudar en la cura de heridas en la piel, dar brilo al pelo, etc.
Se puede extraer el jugo de sus hojas cuajado en una masa sólida, llamada acíbar, esta es de color muy oscuro y de sabor muy amargo. Para extraerlo se deja fluir el licor que se escurre de sus hojas cortadas transversalmente, sobre un recipiente. Este licor se deja que se concentre y se vaya espesando al calor del sol o bien con calor artificial.
Para aplicar el Aloe de manera sencilla simplemente cogemos una de sus hojas y lo cortamos transversalmente, extrayendo la pulpa y aplicándola en la zona a tratar.
No en todas las personas tiene igual efecto y en algunos casos su uso excesivo e inadecuado puede dar lugar a irritaciones y si es ingerido efectos laxantes no deseados. No se aconseja su consumo en embarazadas ni madres lactantes por precaución.
Como habéis podido leer, sus usos y aplicaciones son muy variadas, a pesar de ello siempre recomendamos visitar al médico y seguir sus indicaciones.
Fuentes
http://abcarticulos.50webs.com/
http://www.botanical-online.com/medicinalsaloevera.htm
http://www.hogarmania.com/salud/salud-familiar/remedios-naturales/201304/aloe-vera-planta-medicinal-refrescante-19655.html
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Patricia Galán