El purín de ortiga: tratamiento natural en nuestro jardín

La ortiga es una planta que en general tiene mala fama. Se considera una planta dañina, quizás porque pica al tocarla y sin embargo, tiene múltiples propiedades medicinales.

Gracias a nuestros trabajos de jardinería en Pozuelo de Alarcón en Green-Deal la consideramos una excelente aliada en el cuidado de nuestro jardín. Podemos aprovechar su facultad como repelente de insectos, su capacidad remineralizante para las plantas y su poder fertilizante. En el post de hoy os contamos las propiedades del purín de ortiga, un tratamiento natural y ecológico de gran utilidad.

 

Las propiedades del purín de ortiga

La ortiga es una planta rica en minerales. Tiene hierro, oligoelementos y vitaminas, lo que la convierte en ingrediente ideal para activar el crecimiento de nuestras plantas si la convertimos en purín. Pero a la vez tiene propiedades que las protegen de determinadas enfermedades y que alejan a los insectos. Podemos comprar el purín ya hecho, pero el proceso de fabricación es muy sencillo y barato, así que podemos intentar hacerlo por nosotros mismos.

El purín de ortigas actúa como estimulador del crecimiento de las plantas y aumenta su resistencia a las enfermedades. Debe aplicarse diluido, a cada 10 litros de agua de riego le añadiremos 2 litros de purín.

Como insecticida, su función es de repulsivo. Aleja al pulgón verde, al pulgón amarillo y al pulgón alado. Deberemos aplicarlo cada tres días en las dos caras de las hojas. También es un preventivo de la aparición de las enfermedades causadas por los hongos oidio y mildiu. Es mejor utilizarlo cuando las plantas están en pleno desarrollo. Aplicarlo mensualmente a los suelos será efectivo para tratar las enfermedades en estado latente entre los meses de noviembre y abril.

Cómo elaborar el purín de ortiga

Las ortigas crecen en lugares húmedos y ricos en nitrógeno, como las orillas de los ríos, márgenes de carreteras y caminos o ruinas. Debemos recogerlas siempre antes de que florezcan que suele ser a mediados de mayo, mejor en un sitio donde no estén muy mezcladas con la maleza. Para recogerlas tenemos que emplear guantes y una podadora  e ir con cuidado. Aprovecharemos toda la planta salvo las raíces, que además harán que la planta rebrote. También podemos utilizar ortigas secas utilizando entonces 200 gramos de ortigas secas por diez litros de agua.

Para fabricar el purín tenemos que ponerlas a macerar, para lo que las cortamos en trozos. Utilizaremos contenedores de plástico, nunca de metal porque estos podrían matar las bacterias que permiten la fermentación. Cada kilo de ortigas lo sumergiremos en 10 litros de agua que debe de estar libre de cloro. Si queremos incrementar su eficacia contra algunas enfermedades podemos incorporar a la mezcla cola de caballo.

Lo taparemos para evitar que se caigan bichos o impurezas, pero teniendo presente que la mezcla debe de poder respirar. Dejamos macerar entre 4 o 5 días, removiendo cada día o cada dos con un palo de madera. Si colocamos el contenedor al sol la maceración será más activa. Es decir, a más calor, menor será el tiempo necesario para que se produzca la maceración.

Una vez que esté listo deberemos colarlo, especialmente si vamos a emplearlo para fumigar. Así no se obstruirá la boquilla del aparato. Los residuos son muy útiles en el montón del compost ya que favorecen su descomposición.

 

Cómo conservar el purín de ortigas

Cuando  hayamos envasado el purín, recordad siempre en plástico, lo guardaremos en un lugar fresco y oscuro. Podremos utilizarlo durante meses, aunque es cierto que su potencia decrece con el tiempo.

Quizás el único "pero" de este producto es su mal olor. Al fermentar al sol, la ortiga desprende un olor desagradable, pero perfectamente soportable.

 

En Green-Deal nos gusta cuidar del medioambiente, como paisajistas en Alcobendas sabemos que los productos ecológicos como el purín de ortigas son beneficiosos para las plantas y sus entornos.

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